Hacer Pilates en casa es más fácil de lo que pensás. No hace falta un estudio enorme ni máquinas complicadas: con un espacio cómodo y algunos elementos básicos, podés empezar hoy mismo. Te cuento lo que vas a necesitar para armar tu propio mini-estudio en el living.
Este es el elemento más importante. El mat es tu base de apoyo y te va a ayudar a que no resbales, además de proteger tus articulaciones. No hace falta que sea el más caro del mercado, pero sí que tenga un buen grosor (alrededor de 6 mm) para que estés cómodo.
Olvidate del jean y la ropa ajustada. Lo ideal son leggings o pantalones deportivos y una remera o top que no se suba demasiado con los movimientos. Si es transpirable, mejor. Y sí, el Pilates se hace descalzo o con medias antideslizantes.
No es obligatorio, pero te puede dar variedad a los ejercicios y ayudarte a trabajar la fuerza de una manera progresiva. Ocupa poco espacio y es económica.
Ideal para ejercicios de estabilidad, activación de abdomen y trabajo de piernas. Si recién empezás, te ayuda a “sentir” mejor los músculos que estás trabajando.
No necesitás un gimnasio en casa, pero sí un rincón donde puedas moverte sin chocar con muebles. Apagá el celular (o ponelo en modo avión si usás videos de clases) para que la experiencia sea más relajante.
Podés seguir videos de YouTube, un programa online o contratar clases virtuales con un instructor. Lo importante es que tengas una guía para aprender la técnica y evitar lesiones.
